domingo, 3 de octubre de 2010

El poltegeist de David Linch

Todo comenzó tras cambiarse de casa. La casa nueva estaba cerca de la ciudad de Manchester, pero esta era más grande que la anterior y estaba en un entorno muy tranquilo. Por ello los padres de David la eligieron. La verdad es que no era ni extraña ni tétrica, era bastante acogedora. Pero en Octubre de 198la familia Licnh empezó a notar que algo ocurría en esa casa: aparecían en sitios extraños o se desplazaban solos.

La primera vez que notaron lo extraño de los sucesos fue a raíz de la pistola que el padre guardaba para protegerse de los ladrones. Éste la guardaba en un cajón de su habitación, bajo la ropa doblada para que sus hijos no la vieran. Una mañana la pistola apareció encima de la mesita de la habitación. Él sorprendido la guardó otra vez no sin antes preguntar a su hijo David si la había cogido para jugar. Este negó. Durante varias semanas consecutivas la pistola aparecía fuera del cajón sin que el hijo se hiciera responsable de ello. El padre se fiaba de su hijo, además, tenía pruebas que él no era. Pero alguién debía tocar la pistola...Así que llamó a la la Policía que, a su vez, le envió a la Sociedad de investigaciones Psíquicas de Cambridge.

Allí le sugirieron que tal vez un poltegeist fuese la causa de que los objetos se moviesen. Además, habían comprobado que los objetos que se movían estaban relacionados de algún modo con su hijo. Así que le aconsejaron que separara al niño de la casa para comprobar si el fenómeno ocurría sin él. Nada pasó durante la semana que David pasó en casa de unos parientes. Pero en cuanto regresó, los fenomenos volvieron con él. Así que decidieron llevar al niño a un internado. Durante su ausencia todo se normalizó pero al volver por vacaciones de Navidad, el poltegeist regresó, y en esta ocasión, más fuerte: experimentaron desplazamientos incluso los muebles más pesados.

Parece que al ente no le gustó que se llevaran al chico pues durante esas navidades todo se precipitó: David escuchaba ruidos de arañazos detrás de la pared de su dormitorio y pisadas frente a su ventana. La pero noche fue cuando los arañazos parecieron provenir en dirección del armario de su habitación y, al encender la luz, comprobó que el armario se había desplazado por lo menos 20 cm desde la pared, en dirección hacia él. Intentó levantarse de la cama pero, casi de manera simultánea, la cama comenzó a moverse con violencia. David estaba aterrado, se había quedado helado y palido, pero en cuanto pudo reaccionar salió corriendo de la habitación y pasó el resto de la noche en el cuarto de sus padres. Durante lo que quedaba de noche no se produjeron más incidentes.

A partir de esa noche todo en esa casa se convirtió en un calvario: los muebles se movían, los adornos comenzaban a volar por ahí...había charcos por el suelo de toda la casa y por las paredes aparecieron fantasmales mensajes garrapateados con una escritura infantil. La inscripción más intrigante decía: "Ten cuidado, David." La familía no resistió más y se mudaron tras vender la casa.

Todo se normalizó para ellos en la casa nueva...ni un fenómeno extraño, ninguna voz...¿De la antigua casa? Lo último que supieron de ella fue por un artículo de la prensa. Decía: "Niño fallece durante la noche al caerle un armario encima mientras dormía. Se investigan los hechos"

el señor de maletin

Sandra tenía 15 años. Le encantaban las historias de terror y de fantasmas y se las solía contar a sus amigas del cole por las tardes hasta que se tenían quemarcahr a casa ya casi anocheciendo. Así pasaban muchas tardes. Y siempre antes de volver a casa, las chicas avisaban a Sandra de que si luego no podían dormir "se iba a enterar".
Una tarde, haciendo un trabajo en casa de una amiga, le relató una de sus historias. Era una historia realmente aterradora y la amiga se quedó bastante asustada. Y quería devolverle la moneda. Así que le dijo: "ahora te contaré yo lo que te va a pasar y verás quién pasa miedo. Cuando vayas a casa un señor con un maletín, vestido de negro y con bigote te seguirá para matarte."
Sandra rió, pero al regresar la historia rondaba por su cabeza y andó con una psicosis total. Aunque lo que realmente podía asustarle era un hombre con un maletín, vestido de negro y con bigote, y de esos no hubo ninguno en todo el camino. Llegó a casa y comprobó que no funcionaba el ascensor. Tuvo que subir ocho pisos a pie. Y lo peor fue cuando su madre le dijo que bajara la basura:
"¡Jo, que no va el ascensor!" Se quejó inútilmente.
Resignada cogió la bolsa de basura y comenzó a bajar despreocupada... pero a mitad de camino las piernas se le aflojaron y casi perdió el equilibrio. Frente a la puerta de una casa, esperando el ascensor, había un señor trajeado de negro, con bigote y un maletín.Con los nervios a flor de piel, casi a punto de gritar, corrió escaleras abajo sin pararse a pensar si el hombre le seguía.
¡Qué aterradoras pueden ser las casualidades! ¿O fue una visión de Lucía? ¡Quién sabe..!

La figura negra



¡Me encanta el verano! Siempre voy al pueblo de mi padre y me junto con otros chavales que tampoco viven allí pero que vuelven todos los años. Pasamos los días en la piscina y las noches bebiendo y riendo. Solemos estar bebiendo y fumando todos los amigos en un claro que hay en un pinar cerca del pueblo. Mi padre me dice que no entremos allí..que no es un sitio adecuado para estar de noche...pero chulísimo, se está muy agusto, y además nunca hay nadie. No entiendía porque me daba esa advertencia hasta que una noche sucedió algo que nunca podré olvidar.

Estabamos allí de risas y hablando de nuestras cosas hasta que en un momento de la noche una amiga, Silvia, empezó a ponerse blanca. Gritaba temblando que en la oscuridad, entre los pinos, había alguién o algo...estaba quieto mirándola muy fijamente...Todos comenzamos a reir bromeando y le dijimos que dejara de beber. Ella no salía de su temor...ya no veía la figura pero estaba segura que no se la había imaginado.  Varios nos ofrecimos a ir hasta el sitio para que se convenciera de que no había nada ni nadie.

Tras la comprobación a Silvia se le pasó el susto. Todos seguimos riendo y charlando cuando esta vez fui yo el que se sentía observado por alguién. Esa hombre...pálido mirándome fijamente...¡¡ERA VERDAD!!. Me entró tal desesperación que comencé a gritar. Silvia lo volvió a ver y también gritaba. Nadie entendía nada pero nos pedían que parasemos...la broma se estaba haciendo pesada. Nosotros insistíamos: "no es una broma. ¿Acáso no le veís?" Nadie le veía...había vuelto a desvanecerse.

Algunos fueron a mirar otra vez...¡nada! Seguimos allí pero yo ya no estaba nada agusto...de repente Raúl gritó un fuerte "Dios, ¿Qué es eso?" de una forma agónica, se levantó y empezó a correr hacía el pueblo...todos le imitamos. No tuve tiempo de girarme y mirar, pero sé lo que vio. Esa figura de mirada pálida penetrándote...

Nunca más volvimos allí...nadie de nosotros se ha atrevido nunca a comentarlo...pero estoy seguro que no somos los únicos que lo hemos visto. Ya sé porque mi padre me decía que no entraramos allí...y porque nunca me decía la razón. Él, al igual que yo, no quiere nombrarlo nunca más.

el fantasma de veronica

Nunca debes ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Verónica. Sé que quizás hayas oído esta historia...Quizás pienses que es mentira y no me creas...está bien, no pasa nada, pero por favor NO TE BURLES DE ELLA ya que puede caer sobre ti una maldición terrible.

Veronica era una chica de 14 años que haciendo espiritismo en una casa abandonada no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza. Pero la venganza de los espíritus no acabó aquí: Verónica aun no descansa en paz. Su espíritu está condenado eternamente y ahora es ella la que quiere vengarse de todo aquel que no sabe respetar el Mas Allá.

María era una chica que conoció la leyenda en su universidad. Ella era mayorcita para creer en esas estupideces, pensaba ella y se reía. Sus amigos la picaron, ya que si no tan valiente que era no tendría problemas en hacerlo. Fue a un baño, acompañada de una compañera y lo hizo. No pasó nada y el grupo, entre risas, lo olvidó enseguida.

Pero María no pudo olvidarlo. Al hacerlo sintió un escalofrío indesscriptible...y su pesadilla comenzó esa misma noche. Tumbada en la cama, despertó por un sonido raro. Era un susurro indescifrable que oía cerca de la nuca. Además sentía como si alguien respirara en su cuello. Asustada, se levantó y encendió la luz. Nada había a su lado. Pero no pudo dormir en toda la noche.

Al día siguiente, no se atrevió a contárselo a nadie de la universidad aunque aún seguía aterrorizada por lo que le había sucedido la noche anterior. En mitad de la clase tuvo que salir al servicio. Cuando entró al baño, hacía mucho frío y una capa de vaho cubría el espejo. María lo limpió con la mano y vió horrorizada que tras ella había una chica con una expresión de odio y sangre en la cabeza. Cuando se volvió a mirar, ya no había nadie. Rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, al volverse hacia el espejo vió algo que la dejo blanca. En el vaho había frase escrita: "No debiste invitarme a volver".

María no pudo soportarlo. Encerrada en un manicomio, sólo decía que el fantasma de Verónica la seguía atormentando. No pudo soportarlo y acabó suicidándose.

Yo lo pensaría dos veces antes de meterme con el Más Allá